Como la vida misma.
Esta es la historia de una familia cuyo amor pasaba la frontera de lo racional y todo el día estaban juntos y se lo pasaban muy bien. Los padres se querían tanto que para ellos era todo era muy bonito, hasta que un día las cosas se empezaron a torcer y todo empezó a cambiar. El padre ya casi no pasaba tiempo con la familia y casi no iba a casa, y así poco a poco la familia se fue separando. La madre y el padre un día se sentaron a hablar y el padre le confesó a la madre que ya no la quería tanto como antes, que no quería estar más con ella y que quería llevarse a los dos hijos. La madre se quedó destrozada e hizo todo lo posible para quedarse con los hijos, pero solo consiguió quedarse con ella, y él se tuvo que ir con el padre, y desde ese día cambió todo.
Los días pasaban y la madre ya no era igual, hasta que un día llamaron a la puerta y era su hijo que quería volver con ella y al fin la familia se juntó de nuevo, menos el padre, que se casó con otra mujer ytuvo más hijos y la madre también rehízo su vida con otro hombre y así acabó todo.
Publicado el julio 22, 2014 en Hemeroteca 13-14. Añade a favoritos el enlace permanente. Deja un comentario.
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