Robo en el avión

El 13 de diciembre de 2013, me dirigía al aeropuerto de Santoña, en el que va salir el vuelo 747 hacia Laredo, el viaje era largo unas 3 horas de avión.

Ya estábamos en el aire, en el avión no había demasiada gente pero un hombre me llamaba la atención, vestía un traje negro con corbata, unas gafas de sol que parecían caras y un maletín negro.

A  la hora y media de despegar el avión, el hombre trajeado se levantó de su asiento con su maletín y se dirigió hacia la cabina de mandos, donde estaban los pilotos del avión. Me pareció oír que desviasen el vuelo hacia Santander, que quería 200.000 euros y un paracaídas o que sino hacía explotar la bomba del maletín. Yo me asusté mucho cuando dijo eso así que para no empeorar las cosas, no hice nada. Los pilotos se asustaron y llamaron a la torre de control para informar de la situación. A continuación los pilotos le hicieron caso, y le dieron todo los que quería. Cuando lo tuvo se puso el paracaídas, cogió el maletín, abrió la puerta de carga y descarga del avión y ¡se tiró del avión!

El avión aterrizo en Santander, según se paró el avión en el aeropuerto estábamos rodeados de coches policiales, nos preguntaron a todos los pasajeros y a los pilotos una serie de preguntas que respondimos, y la policía dedujo que el ladrón de aviones era Tom Satin.

Nunca se supo nada de él desde entonces. No se sabe si murió en el descenso o sobrevivió.

Publicado el julio 31, 2014 en Hemeroteca 13-14 y etiquetado en . Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.

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