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ÉRASE UNA VEZ LA TELE DE PLASMA

Érase una vez un bizco con gafas,

érase una vez un ojo intermitente,

érase una vez un barbudo que miente,

érase una vez alguien manazas.

 

Érase un hombre alto como las jirafas,

érase un lobo que nunca lo tengas enfrente,

era todo lo que le rodea demasiado candente,

era la tele de plasma donde salen sus estafas.

 

Érase esta vez un famoso personaje,

érase de nombre Don Mariano,

cuando mueve la lengua tiene su lenguaje.

 

Érase un andarín marrano,

por la tele tenía pinta de montaje,

solo le faltaba el león africano.

El Heladero

En un lugar de Cantabria de cuyo nombre no quiero acordarme, vivía un hombre llamado don Quijote, persona sin estudios pero con una gran afición a una serie de televisión llamada «Perception». La serie se trataba de un profesor de Universidad que en sus ratos libres ayudaba al FBI para resolver casos delictivos, como asesinatos y robos.

Al rato de terminar de ver la serie, don Quijote salió a la calle donde le esperaba su amigo Sancho Panza. Iban por la acera mientras Sancho miraba su móvil, don Quijote empezó a tener una de sus alucinaciones relacionadas con la serie.

-¿Ves lo que estoy viendo detective Sancho?

-¡Ya empezamos!- dijo el amigo en tono resignado.

-Esa camioneta lleva un buen rato estacionada y está claro, la persona detrás de ese mostrador es un ladrón que simula estar trabajando mientras espía las viviendas para poder colarse por las ventanas y robar a la gente.

-Lo que yo veo es un heladero detrás del mostrador de su camioneta y solo se dedica a vender helados y gominolas a los niños- replicó su amigo Sancho.

El caso es que, efectivamente, no era un delincuente, era el heladero ambulante de la comarca conocido por todo el pueblo.

Se acercó don Quijote corriendo mientras simulaba con la voz la sirena de la policía. El pobre heladero, al verle, cerró la tienda y se refugió en la cabina del vehículo, arrancó y se marchó a toda prisa.

La gente que estaba en un parque cercano al principio pensó que era una broma pero, al ver huir de forma precipitada al heladero, pensó que el loco que iba corriendo iba a agredirlo.

-¿Lo ves, querido Sancho? Acabo de resolver un caso y evitar que ese ladrón entrara en las casas de este barrio.

Sancho que conocía perfectamente las alucinaciones de su amigo, se quedó callado y sin ponerse colorado siguió andando como si no hubiese pasado nada. Al poco rato vino un coche de la policía de verdad, alertados por un vecino se bajaron dos agentes que le pidieron la documentación a don Quijote.

-Soy el teniente detective don Quijote y voy a la comisaría para redactar un informe. Acabo de descubrir a un ladrón de pisos y se ha ido a la fuga.

Los policías se miran con cara de extrañados y seguidamente le cogen del brazo y lo meten al vehículo policial.

-¿Pero qué hacen? Les voy a degradar y a ponerles  a dirigir el tráfico.

-¡Venga a callar! Te vienes con nosotros por alteración del orden público-dijo uno de los policías.

-Señores agentes, por favor, no le detengan, es inofensivo. Don Quijote sufre alucinaciones relacionadas con una la serie de televisión policiaca y se piensa que es un detective famoso.

-Bueno lo llevaremos a la comisaría para que se calme un poco y en un par de horas le soltamos- dijeron  los policías- Pero que sea la última vez que nos llaman por los delirios de don Quijote

-Gracias, agentes-replicó Sancho- No se preocupen que ya se le pasará con este susto que se ha llevado.

Don Quijote dentro del coche camino de la comisaría no paraba de decir que era el mejor policía y que le condecorarían por su labor. Los policías se reían mientras pensaban que no sería la última vez que se tropezarían con este elemento.

TRATADO OCTAVO. Como Lázaro se asentó con un político y de lo que le acaeció con él

No crea que fue fácil, su señoría, el político tiene la gran virtud de engatusar a la gente y pregonar sus acciones futuras, vestirse con el hábito de la decencia fingida y armarse con el maletín lleno de billetes de 500 euros. Siempre pensé que los grandes charlatanes se encontraban en el teatro y la venta ambulante, pero qué mejor farsante quien nunca se viste de payaso y finge no serlo.

Le voy a contar mis andanzas con el político: Como sabe su señoría, soy nada más y nada menos que un pobre currante que después de trabajar  de lunes a viernes, solo aspira a tomarse una cerveza en el bar, pasear con el perro y montar en bicicleta el domingo. Mi trabajo apenas me da para comer y aún así no puedo quejarme. Pues,  hete aquí que recibo la llamada de la empresa que me comunica que debo empezar en la casa del señor Diputado, famoso por sus largos mítines moralizantes, sermones y soluciones para los de abajo. Llego a su casa, enorme y suntuosa, grifería de primeras marcas y habitaciones espaciosas. El trabajo encomendado era cambiar un plato de ducha, trabajo sencillo pero latoso, teniendo al político que no es nada amable, muy distinto de ese personaje público simpático y agradable. Termino mi trabajo y voy a la salita, el hombre recostado me mira de forma fría y me pregunta:

– ¿Qué quiere usted?

– Señor, sólo le pediría un vaso de agua y que más tarde me abonara la factura de la reforma.

El señor diputado no era precisamente una persona generosa, pero descubrí que además era rácano y corrupto. Me viene con un billete de 500 euros y me dice que le dé las vueltas, que no necesita factura de ninguna clase. Fíjese su señoría, un político que tiene que dar ejemplo y pagar legalmente, sin embargo se quiere escapar como una anguila. Finalmente me pagó en dinero y así quedó. Me pregunto: ¿De dónde sacó ese billete?¿Por qué no quiere pagar impuestos? La respuesta es muy sencilla, como dice un refrán, haz lo que te diga pero no lo que yo hago.

Enchufo la tele y le veo aparecer en un debate, nos dice a los mortales que se compromete a perseguir el fraude y la economía sumergida, pero él y yo sabemos que miente, a lo mucho que se va a comprometer es a tratar de aumentar su capital. Con un poco de suerte el plato de ducha se atascará pues los tubos tienen la caída contraria, volverá a llamarme y le diré que la garantía solo cubre con la presentación de la factura. Es lo que hay, cada uno trampea en su oficio, unos con los tubos y otros con la política. Soy tan profesional como usted, soy tan decente como su señoría, no espere de mi lo que no puede dar a los demás.

Coplas a la muerte de Durruti

Sindicalista español,
revolucionario se fue,
¿anarquista?
Siempre luchó de sol a sol,
con la muerte como un juez
¿estatista?
Figura muy relevante,
odiado por el fascismo
en su vida.
Como siempre adelante
y con mucho optimismo,
sin herida.

TIEMPO DE OTOÑO

No me apetece salir este fin de semana, están cansados  de tanto madrugar,nosotros vemos por la ventana ese C4 gris metalizado que tan buena pinta tenía, la habrán vendido.Me pregunto si mi amiga de Málaga estará comiéndose las uñas, mi Barça empata a 2 . En fin, es sábado y no sé qué hacer, si ver una peli, un vídeo o tirarme en la cama una siesta despierto y lanzar bolas de nieve al techo.

El lunes salió mi vecina a trabajar y  lo más seguro es que me gusta andar sin parar dos horas seguidas. En Escalante nadie hace un descafeinado perfecto, de hecho solo conozco un lugar y está muy  lejos ese abrevadero donde cogí un pez rojo, es precioso,  combina con el naranja.

El cielo azul con algunas nubes, aunque dicen que lloverá la semana que viene, quien sabe. No debe olvidársele al perro de mi vecino que con El Diario Montañés viene un cupón de cubiertos de gran calidad que colecciona la gente. Quizá coja la bicicleta un día de estos, le da mucha pereza a mi padre pero para eso la tengo. De todas formas hoy ha jugado el Gama en casa y han ganado por primera vez en la temporada.

Hace una temperatura como no recordaba, pero recuerdo que el año pasado hizo el mismo calor que hoy, estoy pensando que quizá me coma unas chuches que trajo mi padre. Vamos a recoger la ropa que está casi seca, tendremos que salir a hacer unas compras y mi padre se tomará su descafeinado que no perdona a esta hora. Tal vez nos encontremos un chucho en el portal ladrando será hora de peinarme y ducharme para ir a la cama.

Cantar de Blas de Lezo

Blas de Lezo convocó a todos  y  a sus oficiales de mando les habló:

«-La tropa debe ser instruida  y apenas la soldadesca profesional os enseñó».

Los ingleses vienen con dos mil cañones,   las buenas razones ante tamaña afrenta eran,

Cartagena de Indias cuenta con dos  castillos  y cañones,  con el valor por bandera

más nunca la oreja de Jenkins pudo salir  tan cara,  no por oro solamente,

las vidas también tienen  un valor  y el Rey de Inglaterra  poner su pica quiere,

es Plaza  de nuestro señor,  defendida en nombre del Rey de España de forma valiente.

El comerciante Jenkins fue el primero en probar del español la gallardía,

» Tenga su oreja, vasallo inglés,  y llévela al Rey de Inglaterra,

sepa vuestra  merced, que por aquí no se contrabandea» .

El Rey inglés mandó a su mejor Almirante, Vernon el enemigo que temo era,

la batalla fue cruenta  y el número de efectivos entre ambos evidentes eran ,

pero no decisivo, con la estrategia  los ingleses  despavoridos entonces escapan.

«-Decidle a vuestro Rey inglés que su flota  no es peligro para España,

aunque los buques ingleses no sirvan ni para transportar carbón desde Irlanda».