Archivo del Autor: brunojuan

Génesis

Y en el octavo día, cansado del descanso, reflexionó sobre lo que había creado. Abrumado por la grandeza de su situación, se dijo: «Lástima la mía, hoy es lunes».

Televisión

¡Oh televisión!

Tú que sabes lo que es el aburrimiento

y también la diversión.

Tú que nos acompañas en tardes de tedio

o nos das entretenimiento.

Puedes ser, televisión, odiosa

por tus anuncios interminables o películas de sobremesa

de Antena Tres.

Puedes ser la emoción de una gran historia,

una gran serie o película.

Diversas formas y tamaños,

pero por siempre serás tú,

televisión.

Niebla

-¿Y dices que no existo?- preguntó el personaje.

-No que no existas, pues hablo contigo, sino que no eres.- respondí

-Vaya – suspiró – Un gran vacío el de no ser.

– Eres producto de mi mente, fruto de mi conciencia y de lo que yo soy.

– ¡Luego soy! – exclamó – Dices que soy producto de tu ser y tu conciencia, y, sin duda, en la conciencia y la mente muchas cosas son sin llegar nunca a existir.

– Tus palabras quedan aquí recogidas como las de un mortal, lo que implica existencia, pero tu eres una ínfima parte de mi mente expresada de una manera que empieza a escaparse de mi control, pero aún así, es mi persona la que existe y ha dado forma a la tuya, y mi conciencia se ha implantado en ese nuevo ente que es tu personaje sin dejar de ser mía. Yo soy y existo, tú existes.

– ¿Y si soy yo el que tiene las riendas? ¿Y si yo controlo tu ser y tu persona, siendo tú el producto de mi ser? Fui yo el primero que hablé.

– Respondiendo a mi pregunta.

– Nunca formulada.

– Empiezo a dudar de mí. ¿No podemos valorar la posibilidad de constituir un ente mayor?

– Podemos. Tampoco recuerdo yo donde empieza el debate de nuestro ser.

– Te siento parte de mí, como si fueras yo.

– Solo es aquel con libertad. Y nuestra libertad es mucho más que clara.

– Sin duda. Nadie carente de libertad es capaz de existir y hablar de ser de esta manera.

Y ambos fueron.

El, ojalá, mañana efímero

La España idólatra de figuras

que ni valor ni mérito tienen,

pícaros y truhanes

  con el puño en alto entran

y a bolsillo lleno salen.

Aquellos otros de FRANCA tradición,

que acostáronse de un lado

y levantáronse al revés.

Escudriñando en el horizonte podríamos

ver al Hidalgo y no dudar

de que el tiempo no fluye hace siglos ya,

mas así ha sido,

increíble la traición

de Cronos Nuestro Señor.

Bisoñas flores nacen

en los campos de España

tras un duro invierno,

y anuncian el advenimiento

de la España ideal.


Se encontró el poeta sin idea

en la parte de la esperanza

mas pide con chanza

a la maestra Ana

una gran nota

en su señora asignatura.

Acción P(atética)oética

Contigo he conseguido lo que Bécquer buscaba.

Eres el núcleo de mi sujeto.

Quiero que seas la protagonista de mi historia.

Eres mi tema, sin ti no soy nada, no tengo sentido.

Eres el modificador que ha cambiado mi vida.

Rima LII de Bécquer

He recitado la rima LII de Gustavo Adolfo Bécquer.

 

De la Regenta y cómo acabó todo

Ana volvió a la vida rasgando las nieblas de un delirio que le causaba náuseas. Había creído sentir sobre la boca el vientre viscoso y frío de un sapo.

Se levantó con esa amarga sensación. ¡Qué asco! Todo lo que había sufrido, sentido y visto y darse tan de bruces con la realidad con tan vomitivo gesto. Y era así. Todo lo que quedaba era seguir, y esa no parecía la mejor salida. El mundo la repudiaba, o al menos su mundo. Pero, ¿qué importaba ya todo? Ahora que se encontraba más sola que nunca, abandonada por los que ni siquiera llegaron a ser los suyos, cargando con el lastre que le suponía su nombre y el añadido por los últimos sucesos. ¡Qué libre se sentía ahora! Ahora que ya no se encontraba sometida a nada, había perdido y había ganado un mundo, un mundo de soledad. Podía desembarazarse de su carga para sí, si bien no para el resto del mundo, pero eso ya era superfluo, puesto que ya no quedaba ningún objetivo, ninguna razón, ni tampoco sentido. ¡Qué libre y qué triste! Caminó hacia las murallas de la ciudad, sometida a las furtivas miradas de aquellas personas, en las cuales veía ahora la realidad. Todas con pecados, falsedades y mentiras, que, como carroñeros, aprovechaban una presa y se desgañitaban con ella, todos a una y cubriéndose las espaldas. ¡Cuánta falsedad y qué pobres figuras! Ahora ella era libre. Subió por la escalinata de la torre hasta la cima y se asomó a la almena. Qué sencillo se presentaba ahora todo. Giró sobre sí misma y posó los ojos en la ciudad. ¿Qué les podría importar a todos esos hipócritas lo que ella hiciera? Esas pobres criaturas, todas pequeños Celedonios, con sus perversiones, continuaban sus malditas vidas. ¿Qué iba a hacer? Sola y repudiada, sólo podía alcanzar la paz donde no existe arriba ni abajo, donde la realidad deja de ser realidad para ser polvo en el viento. El camino era claro. Ya lo vislumbraba y lo sentía cuando se dejó caer hacia el abismo desde la almena, abrazada por sus recuerdos y sus vivencias. ¡Eso es libertad! Y sus penas se desvanecieron, allí donde no hay lugar para la realidad, ni para nada. Ahí encontraría la paz, puesto que nada existe y nada importa.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Las lenguas del Rey

Un rey debe ser aquella persona que representa a las gentes de su tierra. El multiculturalismo es algo presente en diversos países y en España eso se manifiesta en forma de una gran diversidad lingüística. Teniendo en cuenta este gran tesoro cultural, sería una muestra de respeto que las conociera ya que representa al conjunto de los españoles, aunque los discursos oficiales deberían ser en castellano, el idioma nacional, si bien estos pueden ser traducidos posteriormente.

El Rey, a su vez, debería dominar el inglés como mínimo para mantener relaciones internacionales, además de que le convendría ser hábil en la retórica, con el fin de que sus mensajes sean comprendidos. En mi opinión, estas características deben ser inherentes a un jefe de Estado digno, un presidente elegido democráticamente, y no a un rey, hijo del sucesor de un dictador fascista.

En conclusión, las lenguas son la base de la sociedad humana y un jefe de Estado debería conocer todas aquellas pertenecientes a su territorio, siendo este un buen gesto para con la gente de dicho territorio y beneficiando la unidad y el respeto en su país.

 

Nuevo tratado

Antes de servir a un maestro de pintar panderos, hube de estar al servicio de un pobre artesano, que daba más pena que artesanías. Era un buen hombre aunque, como con el pobre hidalgo, yo lo mantuve con vida con lo que pude. Su primer encargo fue el de hacerme con maderos para fabricar barriles, pues había un artesano que le robaba la clientela, y le dejaba sin monedas para poder comprar si quiera comida.

Viendo yo a aquel artesano, tan dichoso y triunfante, me decidí a tomar prestados unos maderos de su propiedad, con los que sus aprendices trabajaban en las mañanas y dejaban sin vigilancia en las noches. Encontré cuatro barriles tomando forma, mas me decidí por tomar dos maderos de cada uno, para que los despistados aprendices no lo apreciaran. Cuando acabé con esto, se los llevé al artesano y le dije que no era menester que me dijera de dónde los había sacado, y él entendió que era mejor no saberlo. Repetí esta acción varias noches, y los hombres que habían encargado barriles al artesano triunfante retiraron el pedido cansados por las espera y encontraron en mi amo, el único artesano de la zona sin contar al otro, por descarte, el artesano que requerían. Mi amo, que había fabricado los barriles estos días, tenía suficientes para satisfacer la demanda de aquel momento, mas el artesano, ahora no triunfal sino desgraciado, no era tonto como sus aprendices y, sospechando de algún hurto, había empezado a marcar sus maderos.

No lo reconocí, pero andaba pululando un encapuchado por la zona con el poco dinero que le quedaba y en algún momento se decidió a comprar un barril. A la mañana siguiente, la guardia se presentó en la casa, junto al artesano, acusando a mi amo de ladrón. El maldito y avispado artesano, que ahora era un desgraciado, enseñó las pruebas y prendieron a mi amo por los brazos. En cuanto vi yo la situación, salté por la ventana de la casa con lo puesto y salí corriendo. Un tiempo después, volví a aquel lugar, y me presenté en la tienda del artesano desgraciado, que había vuelto a dichoso, aunque algo desgarbado. Pregunté por el la tienda cercana, que estaba en ruinas, la antigua morada de mi amo, y este me respondió que lo habían ejecutado por traidor mientras gritaba que el ladrón era un niño. En esas, me di la vuelta y volví al trabajo que en ese momento ejecutaba.

La última cena

Enlace:

Leonardo Da Vinci finalizó esta maravillosa obra en 1497. En ella se puede ver a los apóstoles junto a Cristo en la primera pintura con perspectiva y considerada una de las mejores obras del mundo.

Los apóstoles están representado en grupos de tres, dejando a Jesús solo. Cada figura presenta emociones claras, dado que Leonardo tenía grandes conocimiento de la fisonomía humana y de su anatomía en general. Le dedicó bastante tiempo a estudiar las figuras antes de pintarlas. La línea de horizonte y el punto de fuga parten de la cabeza de Jesús y las líneas de perspectiva son claras en el techo y las paredes. Sobre la mesa se extiende un mantel blanco y sobre este los restos de la cena.

Gracias a la perspectiva la figura de Jesús aparece de forma llamativa mientras los grupos de apóstoles hablan entre ellos o se dirigen a él. Otro elemento que invita a fijarse en Jesús es el trío de ventanas, una de las cuales, en la que se encuentra Cristo, es más grande que las otras llamando ligeramente la atención. Se aprecia que Pedro sostiene un cuchillo.

Los colores están marcados y las líneas definidas. En las ropas abundan el rojo y el azul mientras que en las paredes colores pálidos y oscuros. En la mesa hay varios pedazos de pan, platos y vasos.

En conclusión, La última cena es una gran obra.